Cuántas veces hemos saltado sin querer de ser el verdugo al torturado, cuantas también ha sido inversa la ecuación... pocas veces nos damos cuenta de la complejidad que cada una de estas posiciones abarca.
Contrario a lo que uno piensa cuando es torturado, no es más sencillo ser el verdugo, ni más satisfactorio.
Inevitable es conocer pues cada una de estas funciones, voluntario siempre el tiempo de estancia.
Pero qué pasa cuando a la par somos verdugos y torturados?
A que le das la vuelta, a donde escapas? ...