domingo, 21 de agosto de 2011

Creo que podría acostumbrarme a esto

Ese pavor salado en la boca que te deja la sensación de estar acostumbrándote a algo.

De empezar a imaginar que eres feliz, pero no lo eres, ni lo serás, porque en el fondo sabes que podría ser mejor, o por lo menos diferente.

De preguntarte de pronto ¿es todo es todo? ¿Solo esto?

Pero no te molesta, si no lo piensas, no te molesta...

Pero la lucidez no se esconde siempre, y te das cuenta que no eres feliz, aunque estés bien, pero y si te mueves de tu lugar y de pronto las cosas solo empeoran?

Deberías arriesgarte o quedarte con el "casi"?


viernes, 19 de agosto de 2011

GUARDAR BAJO LLAVE LA BUENA SUERTE


De esas veces que tienes que gritarlo, que tienes que decirlo por lo menos al viento, que sientes que vas a explotar, pero que te da tanto miedo pronunciarlo que no puedes, lo masticas una y otra vez, a ratos lo saboreas.

Piensas que si lo dices las palabras lo van a borrar, lo van a desmoronar al viento, piensas que si dices una o dos palabras clave eso será suficiente para que el destino lo descifre y decida que eso no te tocaba y lo borre por completo.

Tratas de decirlo con la mirada, a tus amigos les muestras esa sonrisa reveladora, pero no lo saben, no lo entienden y tú no encuentras la forma de decirlo sin pronunciarlo, de contarlo sin dejarlo ir a pedacitos.

Y un día paf, no aguantas mas y no solo se lo cuentas a un amigo, si no a todos, y a tu familia y hasta a la tipa que se sentó al lado de ti en el micro, lo gritas, lo repites un y otra y otra vez, lo dibujas en tu cuaderno, lo publicas en facebook y en tu blog.

Dos o tres días mas tarde te das cuenta con lágrimas en las ganas que tenias razón, no debías ni siquiera susurrarlo, el destino lo borro de tu vida, pero no de tu memoria ni de tu esperanza.

Continúas esperando que suceda, pero si regresa, prometes falsamente no mostrar ni rastro de la ilusión.